Fotografía: Mario Asensio Figueras
En el término municipal de San Juan del Puerto se encuentra una finca que guarda un curioso y poco conocido vínculo con el Descubrimiento de América: fue propiedad de la cuñada de Cristóbal Colón. Este enclave rural, situado junto a antiguas rutas de navegación por el río Tinto, formó parte del entorno familiar del almirante durante su estancia en la provincia de Huelva, reforzando así los lazos personales y estratégicos que Colón estableció en la región.
Aunque no se conserva el edificio original, la ubicación de la finca es un lugar simbólico dentro de la Ruta Colombina. Su historia nos recuerda la importancia de los apoyos personales que Colón recibió en su camino hacia el Nuevo Mundo, y cómo pequeños núcleos como San Juan del Puerto también jugaron un papel en esta gran hazaña histórica.
El área histórica portuaria de San Juan del Puerto fue, durante siglos, un importante punto de actividad comercial y marítima gracias a su estratégica ubicación junto al río Tinto. En los tiempos del Descubrimiento de América, este puerto fluvial servía de enlace entre el interior agrícola de la comarca y los grandes viajes oceánicos que partían desde Palos y Moguer. Desde sus orillas partieron mercancías, personas y esperanzas rumbo al Nuevo Mundo.
Hoy, aunque el antiguo puerto ya no está en funcionamiento, su legado sigue vivo en la memoria del pueblo y en los espacios que lo rodean. Pasear por esta zona permite imaginar el bullicio de la actividad portuaria del siglo XV y sentir la conexión directa de San Juan del Puerto con uno de los capítulos más trascendentales de la historia universal.
Las salinas de San Juan del Puerto forman parte del valioso patrimonio natural e histórico del municipio. Durante siglos, estas salinas fueron una fuente esencial de riqueza y actividad económica, aprovechando el clima y las mareas del río Tinto para la producción de sal. Esta actividad tradicional dejó una huella profunda en la cultura local y en el paisaje, creando un entorno único de gran valor ecológico.
Hoy en día, las salinas no solo conservan su importancia histórica, sino que también se han convertido en un espacio de interés ambiental, donde habitan numerosas especies de aves acuáticas. Visitar las salinas es una experiencia que une historia, naturaleza y sostenibilidad, ideal para quienes buscan conocer el lado más auténtico y tranquilo de San Juan del Puerto.
La Iglesia de San Juan Bautista, construida entre los siglos XV y XVI, es uno de los monumentos más destacados de San Juan del Puerto. Su arquitectura combina estilos gótico y renacentista, y en su interior se conservan valiosos retablos y obras de arte sacro. Esta iglesia no solo fue el centro espiritual de la comunidad, sino que también estuvo vinculada a la época del Descubrimiento de América, cuando San Juan del Puerto formaba parte de la importante red de pueblos que apoyaron las expediciones colombinas.
Durante aquellos años, la iglesia fue testigo de las oraciones y actos religiosos realizados para encomendar la suerte de los marineros y exploradores que partían hacia el Nuevo Mundo. Así, la Iglesia de San Juan Bautista representa un puente entre la devoción local y uno de los momentos históricos más trascendentales, manteniendo viva la memoria de la participación de San Juan del Puerto en la gesta del Descubrimiento.